No habrá ninguno igual

Pocos hombres se entregan al compromiso colectivo al punto de consumir su vida en ello. La convicción no parecía ser una virtud en el escenario público argentino, minado de cinismo e hipocrecía, consecuencia de la dictadura militar cuyo terror introdujo la mascarada anodina como praxis habitual de la dirigencia política.

Néstor Kirchner supo ser diferente, comprometido con su pueblo pero sin ingenuidad en lo referente a los armados coyunturales.

El conservó el brillo misterioso del espíritu militante de su juventud acompañado de la sabiduría adquirida en la urdimbre de relaciones humanas construídas en una vida. Supo ser Compañero de una militante como Cristina Kirchner, presidenta por voluntad de su pueblo, que los votó alternativamente a ambos tras descorrer los velos del engaño del neoliberalismo.

Sentimos la pérdida de un gran hombre de la política argentina, que lo es ahora de la historia y seguramente lo será del bronce. Pero es ahora en el corazón de su pueblo un vacío acompañado de una idea persistente: “Sigamos construyendo una patria justa, inclusiva y soberana”.

Hasta la Victoria Siempre Compañeros, el Cambio está en Nosotros.

Frente para el Cambio Corrientes